No son desechables, tampoco son pañuelos de papel,
Sus almas quedaron atrapadas en el camino,
El miedo se confundió con alegría; su espíritu reposa en un pozo negro,
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Allí yace encarcelado su alma, su cuerpo se extingue,
sus ojos quedaron sumergidos en el abismo del tiempo,
sus manos buscan lo perdido…
Camina persiguiendo sus propias huellas.
No son desechables, tampoco son pañuelos de papel.
Autora: Lucía Vargas- La diosa Dabeiba
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