Ya no quiero mis brazos
ni mis manos,
ya no quiero mis ojos
ni mi piel.
Ya no los quiero porque no te pertenecen.
Ya no quiero habitarme,
llévate todo contigo.
Espero que recojas mi cuerpo
y así yo pueda descansar en paz.
Quiero descansar, por favor permíteme descansar.
Ya lo tienes todo
ahora solo deseo ser más cercana a la agonía,
porque ser perseguida por tu fantasma, me lleva a caminos oscuros y yo le temo a la oscuridad.
Dame la potestad de decirme a mí misma que soy capaz de odiarte porque empecé a morir cuando decidí amarte.
No sé lo que debo hacer, ya no soy mía.
Tú ya me tocaste y terriblemente mi cuerpo te pertenece, entonces no me digas que no te lo quieres llevar.
Tengo los ojos llenos de lágrimas.
¿Por qué soy yo la que sufre?
Al final entiendo que mi amor nunca te fue suficiente.
Pero maldito, maldito, maldito hombre.
Desearía sumergirme en tu corazón
así como te sumergiste en mis heridas para hacerme sangrar más.
Amores que solo saben pedir, pero nunca dar.
Autora: Daniela Moreno - La diosa Dabeiba
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