El ladrón perfecto la encontró y sí, la asusto;
Aprovecho todo lo que el mundo puede ofrecer.
Le hablo directamente, eres hermosa entre risas
le llamo bella dama.
Le regalo flores de impresionantes colores, dibujo con gran precisión
Caminos fantásticos; con solo mirarla desapareció la tristeza,
Las lágrimas tomaron otro sabor, hasta suplica con miseria,
Baja la mirada en extrema humillación.
La abraza tan fuerte que el aliento se atraganta en los pulmones;
Las palabras más vulgares se vuelven poema.
Se dejó convencer, le entrego todo hasta su alma.
Autora: Lucía Vargas - La diosa Dabeiba
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